En nuestro día a día utilizamos decenas de envases y, prácticamente, todos ellos pueden reciclarse. Se estima que en 2018 cada ciudadano depositó 15 kg. de envases en el contenedor amarillo y 18 kg. en el azul. En total, en nuestro país se reciclaron 1.453.123 toneladas de envases de plástico, latas, tetrabrik, papel y cartón. Esta cifra, que supone un 78% del total de los envases del mercado, evitó la emisión de más 1,6 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.

En este artículo, desde SMV te hablamos de los beneficios del reciclaje de envases y destacamos algunos aspectos relevantes sobre este tipo de residuos.

Envases: ¿dónde y cómo se reciclan?

Se considera un envase todo producto fabricado para contener, proteger, manipular, distribuir y presentar mercancías. Debido a lo amplio de este concepto, podemos encontrar envases de diversos materiales en cualquier fase de la cadena de producción-fabricación, distribución y consumo; siendo los más habituales el plástico, el metal y el cartón.

Haciendo una breve reflexión podemos identificar sin esfuerzo muchos envases de uso diario como bolsas de plástico, latas de refrescos y de conservas, botellas de plástico o cristal, briks o cajas.

El proceso de reciclaje de los envases está condicionado por la naturaleza de los mismos, ya que no es lo mismo el reciclaje de envases metálicos que el de envases de plástico. El primer paso, por tanto, es saber cuál es el material con el que está fabricado cada envase para depositarlo en el contenedor correspondiente.

¿Quieres saber qué tipo de envase va en cada contenedor? Te lo explicamos para evitar que cometas algunos de los errores comunes al reciclar:

  • Contenedor amarillo. Este contenedor ha sido diseñado para envases y en él puedes depositar los que sean plásticos (bote de champú, envases de yogures, bolsas de patatas fritas o bollería, etc.) además de bolsas, envoltorios de film o plástico de burbujas. También envases metálicos (latas de conservas o de refrescos, bandejas y papel de aluminio, etc.) y tetrabriks.
  • Contenedor azul. En este contenedor se depositan residuos de papel y cartón, como cajas de cereales, de galletas, de pizzas congeladas, de zapatos, etc.
  • Contenedor verde. Aquí puedes depositar tus botellas de vino, cava o licores de vidrio, así como otros envases de cristal (por ejemplo, botes de legumbres, espárragos, etc.).

Una vez depositados en los contenedores, los envases de cartón y papel se trasladan directamente a los recuperadores de éste material. Los envases ligeros, correspondientes a residuos del contenedor amarillo, se derivan a una planta de reciclaje donde se separan según su composición:  envases plásticos por una parte, metálicos (de acero y aluminio) por otra; y tetrabriks en un tercer grupo.

El almacenamiento de envases para su reciclaje, especialmente los que son de plástico, es limitado y el tiempo máximo que pueden esperar a clasificarse y reciclarse de tres meses. ¿El motivo? La radiación ultravioleta puede afectar a la estructura molecular del material, modificar sus propiedades físicas y dificultar su reciclaje.

Para su correcto reciclaje, los envases de plástico se organizan según el tipo y fracciones de plástico presentes en su composición (PET, PEAD, PEBD, etc). A veces este proceso se realiza de forma manual y otras veces es automático.

Beneficios del correcto reciclaje de envases metálicos, plásticos y de cartón

El reciclaje de envases nos favorece tanto a nivel social como medioambiental. Algunas de sus ventajas son:

  • El ahorro anual de materias primas es importante, especialmente energía (50 millones de MWh) y agua (488 millones de m3 de agua).
  • Se evita la producción de millones de toneladas de CO2 (aproximadamente 21 cada año). La industria contamina menos el aire porque reduce su producción y la cantidad de emisiones de gases efecto invernadero.
  • La gestión, recogida, tratamiento y reciclaje de envases genera, de forma directa o indirecta, 40.000 puestos de trabajo.
  • Disminuimos los residuos en vertederos y el riesgo asociado a ellos. Los envases, sobre todo de plástico, pueden originar incendios difíciles de controlar y con elevado grado de emisiones tóxicas.

Pero, ¿por qué debemos reciclar bien estos residuos? ¿Por qué es importante depositar cada envase en su contenedor correspondiente?

La recolección selectiva de residuos es una de las claves del reciclaje de envases. De hecho, la Ley 10/98 de residuos establece que los municipios de más de 5.000 habitantes deben implantar la recogida selectiva de envases mediante contenedores diferenciados. Conocer los colores de los envases de reciclaje y qué contenedores de reciclaje existen es básico. De forma más individual, algunas empresas también ponen iconos y pegatinas para que el reciclaje de envases sea más fácil.

En todos los casos, los beneficios de reciclar bien los envases son importantes. Entre ellos destacamos:

  • Agiliza el proceso de selección cuando los residuos llegan a la planta de reciclaje.
  • Contribuye a mejorar todo el proceso de reciclado, desde su diseño, a su recogida, pasando por su selección y tratamiento.
  • Permite recuperar los materiales sin impropios (materiales que no se pueden reciclar).
  • Es posible obtener materias primas de mayor calidad.
  • Evita que adhesivos o similares sean un impedimento en el proceso de reciclaje de envases.

Separar los residuos adecuadamente es clave para su reciclaje y los envases no son una excepción. Por eso, antes de tirar un envase, piensa en qué color de contenedor corresponde depositarlo.

En nuestro blog encontrarás más contenidos interesantes sobre reciclaje de todo tipo de residuos.