Los residuos sanitarios son aquellos generados en o por establecimientos y servicios que desarrollan actividades de atención a la salud humana. El material sanitario se considera residuo desde el momento en que su uso o manejo a nivel clínico se concluye de manera definitiva.

Debido a las características y naturaleza de las actividades desarrolladas en hospitales, clínicas y centros de salud, algunos de los residuos sanitarios pueden ser peligrosos. Entre ellos se encuentran residuos infecciosos, material quirúrgico, elementos punzantes, restos humanos, restos químicos y restos farmacológicos.

¿Qué son los residuos sanitarios?

Se consideran residuos sanitarios:

  • Residuos urbanos generados en centros sanitarios.
  • Residuos urbanos como vendajes, yesos o ropa desechable.
  • Residuos infecciosos considerados de riesgo (fluidos corporales infectados, kit de hemodiálisis, vacunas, sustancias de cultivo y/o experimentación, etc.)
  • Residuos procedentes de procesos quirúrgicos.
  • Residuos radiactivos procedentes de procesos sanitarios.
  • Residuos químicos y/ o contaminados con productos como pilas, termómetros, disolventes, reactivos químicos, medicamentos, lubricantes y aceites.

Legislación sobre el tratamiento de residuos sanitarios

La regulación de las actividades sobre la clasificación y gestión de los residuos sanitarios es competencia de las Comunidades Autónomas acorde a la normativa Europea, estatal y regional. Algunos de los Decretos y Leyes que regulan la clasificación y gestión de residuos sanitarios son:

A nivel europeo

  • Directiva 2008/98/CE sobre residuos peligrosos.
  • Directiva 1994/62/CE sobre de envases y residuos de envases.
  • Reglamento 1013/2006 relativo al traslado de residuos.
  • Directiva 1999/31/CE relativa al vertido de residuos.
  • Directiva 2000/76/CE relativa a la incineración de residuos.
  • Directiva 1996/61/CE relativa a la prevención y control integrado de la contaminación.
  • Decisión 2000/532/CE (posteriormente modificada por las Decisiones de la Comisión, 2001/118/CE, 1001/119 y la Decisión del Consejo 2001/573) sobre la Lista Europea de Residuos, que recoge en su capítulo 18 los diversos tipos de residuos sanitarios clasificados.

A nivel estatal

El ordenamiento jurídico español no dispone de normativa específica sobre la gestión de residuos sanitarios, siendo aplicable el régimen general en la materia reflejado en:

  • Ley 22/2011 de Residuos y Suelos Contaminados.
  • Real Decreto 833/1988 sobre residuos tóxicos y peligrosos.
  • Ley 11/1997 de envases y residuos de envases.

Destaca especialmente el RD 653/2003 de 30 de mayo sobre incineración de residuos. Este Real Decreto exige la observancia de determinados procedimientos antes de aceptar residuos peligrosos para su incineración o coincineración en función de su naturaleza, especialmente si son desechos clínicos infecciosos.

De la misma forma, el RD 1481/2001 de 27 de diciembre sobre eliminación de residuos mediante su depósito en vertedero prohíbe que cualquier vertedero admita residuo infecciosos prohibiendo expresamente en el artículo 10, la mezcla de los residuos clínicos infecciosos con otros tipos de residuos y su manipulación directa.

Tipos de residuos sanitarios: clasificación

Según la normativa expuesta anteriormente, dentro de los residuos sanitarios encontramos:

  • Residuos sanitarios (genéricos). Todos los residuos, independientemente de su estado, generados en centros sanitarios.
  • Residuos biosanitarios.  Residuos sanitarios específicos de la actividad sanitaria. Algunos de ellos pueden estar potencialmente contaminados con sustancias biológicas al haber entrado en contacto con pacientes.
  • Residuos citotóxicos. Residuos sanitarios compuestos por restos de medicamentos citotóxicos y todo el material que haya estado en contacto con ellos.

A su vez, los residuos sanitarios se clasifican en cuatro grupos que, en función de su origen, serán considerados de no riesgo (residuos sanitarios no específicos) o de riesgo (residuos sanitarios específicos). Esta clasificación afecta a su peligrosidad e indicará unas medidas y tratamiento específicas para ellos.  Estos grupos son:

GRUPO I

Material no peligroso como papel, cartón, material de oficina, jardines o despachos, restos de cocina, etc. Para recoger estos residuos debe utilizarse un contenedor no desechable y una bolsa de color negro.

GRUPO II

Residuos sanitarios no específicos procedentes de pacientes no infecciosos, entre ellos material de curas, guantes, vendas, yesos, material textil fungible, etc. Estos desechos deben eliminarse en contenedores no desechables con bolsa de polietileno de un solo uso, de color gris y rotulada como “Residuos Sanitarios No Específicos”.

GRUPO III

Residuos biosanitarios, entre ellos residuos de enfermos infecciosos, sangre y hemoderivados, líquidos, recipientes, agujas y material punzante o cortante. Los objetos cortantes y punzantes deben recogerse en contenedores amarillos. El resto, en contenedores negros de un uso elaborados con material que garantice su total eliminación (rígido, impermeable, resistente a agentes químicos y a materiales perforantes, con cierre provisional que garantice su estanqueidad hasta su llenado y cierre hermético definitivo). Este contenedor debe añadir el pictograma de Biorriesgo.

GRUPO IV

Residuos peligrosos por su origen citotóxico como restos de medicación citotóxicos, restos de sustancias químicas y medicamentos caducados. Se eliminarán en un contenedor azul, similar al de los residuos del grupo III, y rotulado con la leyenda «Material contaminado químicamente. Citostáticos».

¿Qué riesgos conlleva un mal tratamiento de los residuos sanitarios?

Los residuos sanitarios tienen una clasificación específica y deben ser gestionados de manera segura tanto por el personal sanitario como de las empresas de recogida de residuos; ya que deshacerse del material sanitario dependerá de su clasificación. Su incorrecta gestión puede afectar negativamente a trabajadores, pacientes y ciudadanos, y tener consecuencias negativas para el medio ambiente. De ahí la importancia de su correcto tratamiento y almacenamiento tanto intracentro (es decir, el hospital o la clínica que genera dichos residuos) como extracentro (fuera de este entorno).

En SMV estamos autorizados para el tratamiento y gestión de residuos sanitarios. Nuestro trabajo incluye las diferentes fases del proceso: nos encargamos de la recogida de los residuos, clasificados en los envases adecuados, de su transporte, de su almacenamiento y de su eliminación.

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