El plástico es un material barato, versátil y duradero, lo que ha extendido su uso para la fabricación de envases, elementos constructivos, piezas para coches o motores, mobiliario, etc. En total, se calcula que actualmente el 7% del peso de la basura del hogar y el 20% de su volumen corresponden a residuos plásticos.

Sin embargo, los residuos de plástico que proviene de elementos fósiles como el petróleo, el carbón, el gas natural o la celulosa mezclada con otros aditivos (para conferirle propiedades como flexibilidad, transparencia, rigidez, capacidad aislante, color, etc.), presentan un gran inconveniente para el medioambiente: en su mayoría no son biodegradables, por lo que su gestión y tratamiento debe realizarse siempre de manera profesional con empresas especializadas en el sector.

Clasificación de los residuos plásticos

En función de las macromoléculas que los componen podemos establecer tres tipos de plásticos:

  • Termoplásticos. Este tipo de plásticos, moldeables y deformables a temperatura ambiente, se convierten en líquido cuando se calientan y se endurecen en estado vítreo al enfriarse.
  • Termoestables. Los plásticos termostables se convierten materiales rígidos tras un proceso de calentamiento-fusión y formación-solidificación.
  • Elastómeros. Los elastómeros son plásticos con gran elasticidad y capacidad de estiramiento y que pueden recuperar su forma original cuando “retiramos” la fuerza que los deforma.

Con el objetivo de facilitar el tratamiento de los residuos de plástico y su reciclaje, la UE ha establecido un código (Resin Identification Code o RIC, integrado dentro del Catálogo Europeo de Residuos) que, mediante un patrón numérico del 1 al 7 y una serie de siglas, identifica el residuo en función del tipo de polímero plástico con el que está fabricado.

  1. PET o PETE (Tereftalato de polietileno). Plásticos reciclados utilizados para fabricar envases y bebidas para botellas de agua, refrescos, etc.
  2. PE-HD o HDPE (Polietileno de alta densidad). Otro tipo de plástico reciclable para envases de zumos, perfumes, detergentes líquidos, etc.
  3. PVC (Policloruro de vinilo). Es un plástico tóxico que se usa para embalar productos no alimenticios como cables, tuberías, etc.
  4. LDPE (Polietileno de baja densidad). Con este tipo de plástico se fabrican elementos fácilmente moldeables como botes exprimibles, tapas flexibles o bolsas de basura.
  5. PP (Polipropileno). Es un plástico habitual en la industria del automóvil y la construcción con el que se fabrican piezas de motores, baterías, embudos, etc.
  6. PS (Poliestireno). Con el poliestireno expandido pueden fabricarse muchos de los elementos de usar y tirar utilizados en alimentación como cubiertos, platos, bandejas, etc.
  7. Otros. Aquellos plásticos que están clasificados con el número 7 y la letra 0 se consideran altamente contaminantes y son los únicos que no pueden reciclarse.

Recogida de plásticos: normativa actual

La cantidad de envases de plástico que se utilizan en los hogares es muy alta, por lo que la colaboración ciudadana es fundamental para el tratamiento y gestión de residuos plásticos. De hecho, el 80% de los residuos de plástico para reciclaje proviene de hogares, desde donde se deben separar del resto de la basura para después depositarlos en los contenedores amarillos.

En España, la recogida de residuos plásticos está regulada fundamentalmente por dos leyes la Ley 10/98, de 21 de Abril, de Residuos, derogada en favor de la Ley 11/97 de 24 de Abril, de Envases y Residuos de Envases.

A nivel europeo el tratamiento de residuos de plástico aparece reflejado en la Directiva sobre residuos y en la Directiva sobre el residuo de envases.

Gestión y tratamiento de residuos de plástico en la planta de reciclaje

Una vez los residuos de plástico llegan a la planta de reciclaje, los envases más duros son separados de manera manual. La separación se realiza atendiendo al tipo de material (PET, PEAD blanco y PEAD mixto por una parte y PVC y otros plásticos por otra).

Los residuos de plástico suelen reciclarse de forma mecánica. El objetivo es triturar y compactar el material para reutilizarlo en la fabricación de nuevos envases plásticos. A veces son las propias empresas las que gestionan el tratamiento de los residuos de plástico que producen, aunque generalmente éstos se depositan en plantas especializadas.

Las fases del proceso de reciclaje de los residuos plásticos mecánico son:

  • Triturado. Consiste en cortar las piezas en pequeños granos para posteriormente tratarlos.
  • Lavado. Tanto para eliminar impurezas como para separar los diferentes plásticos por densidad. El lavado es especialmente importante en residuos postconsumo y se realiza en grandes tanques.
  • Centrifugado y secado.
  • Granceado. Mediante este proceso se consigue homogeneizar el material mediante fundición, tintado y corte del plástico en pequeños trozos.
  • Extrusión. Consiste en prensar el material, por flujo continuo de presión y empuje, para pasarlo a un molde donde adquirirá la forma deseada.

El tratamiento de los residuos plásticos también puede realizarse de forma química. Este proceso consiste en degradar el material plástico mediante calor o catalizadores hasta romper las macromoléculas que lo forman y conseguir moléculas más sencillas (monómeros), para fabricar otros plásticos. Las formas más importantes de hacerlo son:

  • Gasificación.
  • Pirólisis.
  • Hidrogenación.
  • Craking.
  • Disolventes.

Desde SMV disponemos de una gran flota de camiones y contenedores para llevar a cabo la gestión de residuos plásticos de hogares e industrias. Nos adaptamos a las necesidades de los clientes que conforme a la legislación establecida. ¡Contáctanos!