La economía circular guía el futuro del medio ambiente

El futuro, el cuidado y respeto por el medio ambiente está en manos del ser humano. La capacidad que se tenga para desarrollar medidas económicas, sociales y culturales en favor del medio ambiente va ser la pieza clave para conseguir mejorar en este aspecto.

Bajo este contexto de actuación sobresale cada vez con más fuerza un término muy interesante: la economía circular.

 

¿Qué es la economía circular?

El concepto de economía circular proviene de la idea que los residuos, una vez tratados adecuadamente, puedan convertirse en un nuevo recurso, formando así un ciclo de consumo de producción en cadena.

Sin embargo, también es un concepto de gran alcance con un número de significados. La transición a una economía circular abarca todos los cambios que permitan a diferentes actores económicos (incluidos los usuarios finales) seguir creando valor conservando el capital natural y utilizando cada vez menos recursos limitados.

 

Principales iniciativas para un correcto desarrollo de la economía circular

Los objetivos a alcanzar a través del desarrollo de la economía circular son muy variados y se extienden a diferentes capas de gestión.

Según diferentes publicaciones y congresos del sector, es posible enumerar diferentes  iniciativas a desarrollar para una óptima integración de la economía circular:

  • Potenciar la oferta sostenible. Realizar esta acción con el firme objetivo de reducir el impacto de la materia prima, suministros de materiales o sustitución de materias primas no renovables por renovables.
  • Ecodiseño. Uno de los retos de la economía circular se dirige a controlar los impactos ambientales a lo largo del ciclo de vida de un producto e integrando iniciativas de ecodiseño desde el primer momento (por ejemplo, bolsas biodegradables para empresas, fabricación de máquinas fáciles de reparar y, al final de su ciclo de vida, reciclables o con un impacto ambiental reducido.
  • Ecología industrial. Establecimiento de un método de gestión y organización caracterizada por una mejor gestión de las existencias y flujos de materiales y energía, así como de su reutilización y reciclado.

Sin ningún género de dudas, una de las cuestiones clave que sustenta la idea de la economía circular está relacionada con el hecho de prolongar el uso de los productos, mediante tres acciones básicas:

  • Reutilización: Colocar productos que ya no se corresponden con las características iniciales hacia las necesidades de nuevos consumidores para volver a la economía y usarlos en el desarrollo de nuevos.
  • Reparación: Dar a los productos rotos una segunda vida, existen numerosas opciones que diseñan nuevos y útiles producto a partir de materias dañadas o inservibles para su fin primario.
  • Reciclaje: Reutilización de materiales de desecho, incluso recuperando energía de ellos.

 

Beneficios de la implantación de una economía circular global

Hay muchos beneficios asociados a la activación eficaz de la economía circular, tanto para el medio ambiente como para el crecimiento de la economía.

Es un proceso de innovación y transformación de los modelos de negocio que, a pesar de tener un impacto general muy positivo, podrían resultar poco rentables entre las empresas cuyo valor de la cadena de suministro se vea afectada. De ahí la importancia de profesionalizar y consensuar las medidas necesarias para una correcta implantación de una estrategia de negocio basada en la economía circular.

Ahorro de recursos

Un gran número de productos básicos se enfrentan a importantes presiones de suministro debido a existencias limitadas y una explosión de la demanda después de aumentos de población y PIB.

La primera ventaja de la economía circular es su capacidad de limitar esta presión, que de lo contrario lleva a altos costes, aumento de la volatilidad de los precios y, a largo plazo, riesgos de escasez global.

Beneficios ambientales

Los umbrales y límites en el cuidado y respeto por el medio ambiente comienzan a ser críticos. Una economía circular tiene un papel positivo a desempeñar en la lucha contra el cambio climático, la eutrofización (acumulación de residuos orgánicos en el litoral marino) de la tierra y el medio ambiente acuático, la contaminación atmosférica y degradación del suelo.

Todos los mecanismos que apuntan a compartir o a la mejor utilización de los bienes existentes, ayuda a reducir las emisiones de CO2.

En el caso del reciclado, su contribución es especialmente importante. Por ejemplo, el reciclaje de acero produce cinco veces menos CO2 que la fabricación de acero nuevo en un alto horno.

Las acciones de la economía circular también pueden ayudar a abordar la eutrofización de ambientes terrestres y acuáticos, un fenómeno que principalmente es resultado del uso de fertilizantes de fosfato y nitrógeno en la agricultura.

Más allá de esto, la economía circular proporciona respuestas mucho más indirectas a grandes desafíos ambientales, como el problema del agujero en la capa de ozono o la pérdida de biodiversidad.

Finalmente, dentro de los procesos productivos de las empresas, reducir el desperdicio en cada etapa de la cadena de valor, así como desvincular del crecimiento económico el uso de recursos naturales, son puntos fuertes en los que sustenta la economía circular, ayudando a preservar el medio ambiente.

La economía circula puede funcionar y funciona, su profesional implantación y adecuación en marcos legales, económicos y sociales hará que se situé como el verdadero motor de la economía del futuro.